Un corazón solitario no es un corazón...

Días estrechos abandonaron ya los ojos del residente de este lugar perdido, como dicen los soñadores entre los manzanos del Edén, y la paz profunda de la Atlántida... aun no se ha dado la bienvenida a persona alguna desde aquel 21 de noviembre en que la mirada de una tarde encontró morada en la arena...

Le tengo fidelidad al mar, es la única amistad que va y viene sin el temor de alejarse tanto como para no dejarme en soledad...siempre es distinto, cambia su forma cuando posa su humanidad en mis huellas y llega a caminar conmigo aproximandose por las noches de luna llena, así pienso que siempre son diferentes las personas que me acompañan a vagar por la costa...también a veces creo que será la única persona que tendré por cierta en esta tierra, ya casi pierdo la esperanza de encontrar a alguien que cruce pasos por Peumayén...

Alguna vez he soñado o querido soñar que alguna barca haga de botella, que su movimiento sea guiado por sus velas teñidas de viento azul, y se enrosque en las olas por siempre, así como las aves en un rabo de nube...pero a lo largo de la costa no se siente al cansado vidrio del viajero...de pronto se me ha venido a la mente esta frase de Antonio Machado:

"Un corazón solitario no es un corazón"

...la soledad no es compañera amable, te distorsiona el lugar donde estas, piensas que estas tan lejos de encontrar el alivio de soltar tu amistad que te atas a la rutina de parpadear sobre tus huellas creyendo ser mas de una persona la que ha andado por tu camino...comienzas a hablar en voz fuerte para no sentirte solo...así es experimentar la vida de a uno.

Digamos que ya ha pasado un lustro contados en minutos desde que he recordado esa frase de Machado, todo iba dramaticamente igual parado con las misma forma de faro en el arrecife de lo que me gusta llamar "esperanza", cuando a los pies envuelto en arena y espuma de mar un viajero de vidrio ha chocado con mi humanidad....en su interior un papel que al desdoblarlo brindo su aroma a café de tierra lejana, sus palabras eran así:

"Hola, he amanecido con la tristeza de pensar

que hay alguien en un sitio lejano

sin compañía alguna,

porque de lugares perdidos están hechos los mapas

y en ellos al menos una sola persona los habita,

sin compartir siquiera

una brisa, una tarde, un saludo...

al menos con estas palabras

quiero hacer el papel de la amistad,

y despejar la incertidumbre de la soledad...

atte. anfitrite"

Ese seudónimo con la que firmo era su mas clara intención de atraerme a andar dentro del mar, hacerme olvidar que vivo con oxigeno, pues herede como heredan los peces la asfixia (de Blanca Varela en "Casa de cuervos)...en respuesta de su sentimiento le escribí un poema sobre el mismo papel, así el mismo barco que vino volvió a seguir la misma ruta, ahora hacia su origen...imagino que al abrir el papel, sintió lo que la botella al enrumbar de nuevo por los extraños mares, por esas lunas sonrojadas, por esos cielos de añil...

"Luna XIV

¿Dónde hubiera estado mi ser?

Pensé en un lugar

transitado por olas,

donde las gaviotas trillan brisas,

dispuestas a adornar el altamar…

Imaginé un atardecer

hastiado de arreboles,

con sus colores febriles

que representan su alma,

al fogón del mundo de quien ama...

de tu nueva amistad acolorada

por mis mejillas casi sonrojadas,

te tomo la palabra crucemos

el torzal de la distancia

y dejemos nuestra evidencia amical

por los derredores de Peumayén…

atte. orfeo sin sueños"

Sentí luego de que envié mis palabras rumbo a su amistad, que la frase del comienzo perdía fuerza, alguien a lo lejano alimentaba mi ser con sentimiento, alguien se aventuro en alma a caminar conmigo por las orillas, ya no tuve que parpadear la imaginación para creer que alguien me sigue los pasos, eso ha quedado atrás al leer y releer lo que transcribí en arena de su mensaje...dejemoslo resumido en "Amistad, sin soledad"...y sigamos en la espera a su respuesta en esto consistirá el trabajo de mis ojos en guiar por la misma ruta, que diseñe para mi naufragio, a ese barco de vidrio....

[aquí un vídeo de Joaquín Sabina, la canción es "que se llama soledad"]

[lo que se siente al recibir un mensaje transcrito en esta canción de Fernando Delgadillo - "mensajes"]