23 noviembre 2008

Monologo...

Es el día veintidós de Noviembre en Peumayén, otra vez interpretando la estatua de carne sentado sobre el muelle, y en hábito de faro mis ojos tratan de encontrar en las ondas del océano a alguna persona que se deje llevar por su andar...
Ya por el mediodía, el sol se ha tendido sobre mi frente y los derredores de Peumayén; Peregrinos trinos aparecieron y el bullicio de las olas adormeció los intentos de mis pies por caminar en la estela de su movimiento...en este ensayo de ser pez, se me han perdido los zapatos…ahora camino a pies desnudos por la arena, me parece mas honesto con la naturaleza andar de esta manera.
Por la noche, el faro cumple su función de alumbrar al horizonte, que como mis ojos pretende hallar cuerpos caminantes en rutas de agua, es así no existe mas luz que la de ese viejo bloque de concreto, es por eso que en las noches de Peumayén; apilando estrellas, lunas, sombras...entre la intermitencia del faro, el paseo del viento, no he tenido mejor idea que escribirle a las luces colgadas del cielo......


"Las estrellas son pequeñas plumas rutilantes,
encarceladas a navegar su polvorienta esencia
por donde nadie pueda tocarlas
a menos que seas tú…cielo."


Me propongo seguir soñando, veo al sol marchito en un pasado reciente, veo a las flores del mañana tiritar por nacer, repica por las manos la sensación de saludar a la siguiente persona que asome el alma...de día o de noche tengo la misma sensación de alegría, es la ilusión del horizonte en azafrán, de tener la noche en purpura...es en los dos ámbitos de las horas en que el alma se deslumbra de igual manera...con la misma sangre, con la misma huella de piel resquebrajada, con las mismas manos de saludo, con los mismos ojos de faro...

Yo estoy hecho de palabras,
de una clara imaginación,
estoy unido a un paralelo de sentimientos
que dicen de si un poema…

Yo no soñare con gigantes molinos,
ni tendré por quien sufra de pasión,
ni tampoco un caballo rocinante,
pero si creo ser de un libro

Soy del pasado, y del futuro,
por no tener presente;
pues soy del querer
en su pretérito y devenir

Yo soy del mar

porque pegado a la orilla
veo olas esconderse en arena,
renovarse el ocaso en sencillos trazos,
escoltar la luna su salada marea,
sentir la lozana frescura del viento
chocar caleta de arreboles…

Me encierro en un mundo

que se enreda en fáciles alegrías,
este mi país es también de los locos
quienes codo a codo conjuran sonetos,
en esta mi tierra se gusta sembrar y arar
amistad profunda y sincera

Soy del pasado, y del futuro,
por no tener presente;
pues soy del querer
en su pretérito y devenir...


Ya está dando sus últimos giros el faro, el amanecer se acerca en Peumayén...este día fue compartido con el solitario juego de hablar con uno mismo, ha sido el monologo del que suele andar descalzo por sentirse mas unido con la naturaleza, del que pretende que la marea no se aleje con lo que escribe, del que sueña realidad y sus mensajes de afuera...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala y todos encontraramos nuestro "lugar soñado".... Lisi!

Fiore dijo...

Eres buen escritor...espero q no dejer de hacerlo...lo que escribes tiene sentido y sentimiento por parte del escritor (demuestra humanidad)...osea tu... seria mas interesante aun que le pongas la musica q llegues a componer con tu guitarra

A dijo...

Mejoras con el paso, amigo. Me gusta mucho. Un abrazo.